Por Óscar Soteldo
“El Trastorno por Estrés Postraumático se caracteriza por una tríada sintomática de fenómenos invasores, conductas de evitación y síntomas de hiperalerta en respuesta a un acontecimiento traumático”, no es mío, lo leí en una búsqueda al azar en internet sobre el tema.
El enjambre de mensajes que hemos visto en todas las plataformas de comunicación —desde un teléfono móvil hasta las vallas de Time Square en Nueva York—, pareciera ser más una respuesta a esa “triada”, que una celebración de una marca.
“Hemos venido atacando a los monopolios que no dejan crecer a los pequeños, ya tenemos más de 53 marcas de harina de maíz precocida”, decía el ministro de agricultura de Venezuela en la inauguración de una planta agroindustrial que producirá harinas en el estado Cojedes, en los llanos centrales del país.
Apoyado en el elemento tradición de su campaña la marca PAN, en la búsqueda por mantenerse en la mente del consumidor termina encandilando al espectador. Es admirable que una marca criolla tenga una proyección internacional y más en esta coyuntura, revela mucho que decir —a pesar de las sanciones financieras— del impulso que se le da al sector en el país.
Sin embargo, lo que llegó a Time Square no es la harina PAN, es su publicidad, se anunció en uno de los espacios más reconocibles del mundo, y uno de los espacios más cotizados, “de 5.000 a 50.000 dólares por día”, leí.
En este año que inicia por primera vez se va tener suficiente semilla nacional probada y certificada para atender 1.100.000 ha de maíz, buena noticia, habrá mucha más materia prima para harinas en el país no solo para PAN, sino a otras marcas también, productores y campesinos lo saben.
Por cierto, el video de Sanluis “Contigo”, dedicada a PAN en sus 60 años es ejemplo muy bien logrado de lo que les cuento.
Para mí, el cariño es el mejor sabor y sazón que se le da una arepa venga de la harina que sea.